El fin de semana del 11 al 13 de abril el castillo de Monzón recreará de manera fiel cómo se vivían los frares en la encomienda templaria, en uno de los actos centrales de la celebración del 800 aniversario de la llegada de Jaime I a la capital mediocinqueña.
Un grupo de casi 30 personas será el encargado de mostrar a los visitantes la recreación histórica y rigurosa de cómo se vivía en la encomienda templaria allá por el año 1175. Será gracias a Medievalia, Héroes Templarios, Grupo Trotamundos, y asociaciones llegadas de Cataluña como los Templers de Puig Reig o Corpus Ax Dei Cordins de Bagá.
El concejal de Turismo del ayuntamiento de Monzón, Jesús Guerrero ha recordado que la ciudad se vuelca este 2014 con los actos de celebración de la llegada de Jaime I a Monzón, de manera que la primera acción ha sido la puesta en marcha del curso de informadores turísticos (más de 70 participantes, un auténtico éxito), esta Encomienda Templaria de abril, en mayo el Homenaje a Mont-Rodón, pasado el Pilar en octubre la conmemoración de la llegada del rey, y a principios de 2015 el Congreso Internacional de Órdenes Militares Medievales. Guerrero, que ha recordado las ayudas que se ha anunciado por parte del estado español de 760.000 euros entre 2014-2016 para reparaciones urgentes en el castillo ha señalado que “hay que seguir trabajando en poner en valor este patrimonio, y que con actos como éste podamos conseguir que sigan llegando las ayudas, bien del estado central como de la DGA”.
Los actos de esta Encomienda Templaria comenzarán el viernes 11 a las 19 horas, y se podrá visitar hasta el domingo a las 17 h. Se podrá “revivir” qué hacían, qué comían, cómo dormían y cómo oraban en 1175 en el castillo de manera lo más fiel posible. Darío Español, de Medievalia, ha señalado que “es una novedosa recreación histórica incluso a nivel nacional, preparada con detalle y con mucho rigor histórico, va a ser espectacular”.
De manera ininterrumpida, cada 3 horas habrá algún tipo de actividad en el castillo, que se podrá visitar a cualquier hora, del día y de la noche, puesto que la idea es que durante ese fin de semana la actividad muestre lo que era realmente la vida de la encomienda en esa época y que sea enriquecedor, llamativo y sorprendente para el visitante, que se podrá encontrar con los frares rezando, velando armas, dando de comer a los caballos o durmiendo.