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Monzón celebra, desde el 26 hasta el 22 de septiembre, la “Semana Europea de la Movilidad”, que porta por lema en esta ocasión “Mejores conexiones: ciudad-ruralidad”, aunque desde CHA Monzón consideran que todavía estamos lejos de tener una ciudad realmente inclusiva.
Desde la formación estiman que en Monzón debería ponerse en marcha un plan para poder conseguir este objetivo, pero se muestran “preocupados” por la “falta de ambición y voluntad del actual equipo de gobierno.

Beatriz Gual, coordinadora de CHA-Monzón afirma que es urgente conseguir en Monzón la accesibilidad universa en nuestra ciudad, a través de la eliminación de todo tipo de barreras, tanto físicas, como comunicativas, por lo que sería necesario que se observaran detenidamente todos los aspectos de la vida de los montisonenses, como el transporte, accesibilidad en las calles, en edificios municipales, públicos y privados, a eventos municipales, así como el diseño y la promoción de rutas turísticas accesibles, o la sensibilización en estas cuestiones.

Gual señala que en cuanto a la accesibilidad de la vía pública y a los edificios, se debería revisar la anchura y superficie de las aceras, hacer accesibles los pasos de peatones, rebajar aceras e instalar pictogramas. Recopilar información sobre accesibilidad universal de las infraestructuras, y elaborar un protocolo de autoevaluación en eventos. Otra de las reivindicaciones para por la rampa de acceso al autobús urbano, la instalación de señales auditivas en todos los semáforos y señalización en Braille de los carteles en espacios de uso público, tales como vestuarios de piscinas, taquillas, ventanillas, etc.

La coordinadora de CHA Monzón, mencionaba que no se puede olvidar la necesaria formación y conocimiento de las distintas formas de comunicación, tales como pictogramas o lengua de signos, que, por ejemplo, Policía Local y personal del ayuntamiento podrían proveer sencillos manuales, o el comercio y la hostelería local que deberían tener indicaciones sobre cómo hacer más accesibles sus establecimientos, y las líneas de ayudas disponibles para conseguir esta deseable adaptabilidad.

Beatriz Gual concluye reclamando un turismo accesible con la elaboración de un folleto que informe sobre la accesibilidad a los atractivos turísticos de Monzón, indicando el mejor itinerario y el estado de los accesos y edificios.