Hace unos días saltaba la noticia de que el Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Huesca había sancionado a José Huerva, párroco de Alcolea de Cinca, por realizar obras en el tejado de la Iglesia de San Juan Bautista además de colocar un pastor eléctrico para impedir el anidamiento de nuevas cigüeñas.
El problema es que estas reformas se hicieron en plena época de reproducción de la cigüeña blanca, y según explican los expertos el pastor eléctrico fue el causante de la muerte de uno de los ejemplares.
La sanción en un principio ascendía a 5.000 €, lo que hizo que algunas entidades como la protectora SER/Birdlife calificaran la multa de insuficiente, ya que según ellos el valor de los daños en los animales ascendería a 13.480 €, ya que se impidió el nacimiento de 13 pollos. El párroco de Alcolea recurrió la multa y finalmente se quedó en 500 €.
Las obras fueron iniciativa de Mosén Huerva y se sufragaron con fondos parroquiales en enero de 2013. En ese momento se desalojaron del campanario 39 nidos que pesaban 14 toneladas.
El párroco de Alcolea asegura contar con todos los permisos necesarios dela DGA, y de la urgencia de las actuaciones, ya que el tejado no podía soportar todo el peso. También aclaró que anteriormente, entre los años 2010 y 2012 ya se habían invertido casi 33.000 € para reparar los desperfectos producidos por al anidamiento de las aves.
En febrero de este mismo año, una tormento se llevó por delante al pastor eléctrico y hasta el momento no se han con seguido los permisos para poder volver a colocarlo, ya que en esta época están anidando de nuevo, y el invierno, que es cuando sí que se podría subir al campanario los tejados están helados, lo que lo hace impracticable.
En estos momentos 15 cigüeñas vuelven a ser las inquilinas del campanario de la Iglesia de San Juan Bautista de Alcolea.